SAGRADOS TITULARES
Santísimo Cristo de la Sangre:
"Escalofriante resulta contemplar la esfigie devota del Cristo de la Sangre, de cuerpo exánime y largos brazos, con manos desgarradas por férreos clavos que parecen tratar de soltarse para bendecir y otorgar perdón."
Manuel Nieto V.
Imagen Blanca A. Escudero |
El Doctor en Bellas Artes D. Joaquín Jesús Sanchez Ruiz, ha catalogado algunos crucificados cordobeses oriundos de Nueva España, entre los que destaca éste de la Sangre.
Este Cristo de canon hercúleo , figura hermosa e incluso elegante, que se retuerceen actitud dramática con la cabeza caida hacia adelante y vuelta hacia la derecha y rostro de una belleza soberanacon cabello en mechones, como si estuviese mojado por el sudor y la sangre fruto del soberano sacrificio y los maltratos sufridos hasta el calvario; barba bífida que contribuye a alrgar el rostro de dulces y rasgados ojos, aun abiertos, que parecen estar a la espera de que una mano compasiva se encargue de cerrarlos. El Cristo muerto está fijadoal modo gótico por tres clavos a la cruz arbórea.
El Cristo de la Sangre, según un informe emitido por D. Rafael Cabanes, restaurador del Cristo en 1924, contaba con una oquedad con una puertecita a la espalda que cerraron, se trataba pues, de un Cristo-Sagrario que, segun leyendas, habia sido usado tambien para transportar oro desde América y mantenerlo oculto a los asaltos de piratas.
Todo apunta a que llegó a Lucena gracias a D. Luis de Velasco y Castilla, virrey de México entre los años 1595 y 1607.
Recibió culto bajo la advocación de Stmo. Cristo de la Humildad en la cofradía del Santo Cristo, constitutida a buen seguro entre 1608 y 1611.
Actualmente recibe culto bajo la advocación de Santísimo Cristo de la Sangre en esta Hermandad, instituida en 1924.
María Santísima del Mayor Dolor:
"Es imposible quedarse indiferente mirando esta bellísima imagen"
De fino rostro enjugado en lagrimas , de ojos rasgados marrones intensos con largas pestañas, y una principal característica: una fina dentadura que muestra con gracia entre unos labios finos y curvados en una expresión retorcida por el dolor, nació de las manos de Antonio Castillo Lastrucci, allá en 1957.
De fino rostro enjugado en lagrimas , de ojos rasgados marrones intensos con largas pestañas, y una principal característica: una fina dentadura que muestra con gracia entre unos labios finos y curvados en una expresión retorcida por el dolor, nació de las manos de Antonio Castillo Lastrucci, allá en 1957.
Imagen J. Camargo |
Hay una interesante anécdota en su adquisición: El hermano mayor, por entonces D. Pedro Angulo Solís, realizó un viaje de egocios a sevilla, y a su paso por un centrico escaparate en la capital hispalense, se enamoró, se prendó viendo una bella dolorosa. a su regreso reunió a la junta de gobierno, mostró la fotografía y llegaron al acuerdo de adquirirla. Sin embargo, gran fue la decepción al saber que esa imagen ya había sido encargada por una cofradía onubense. Sin embargo, aquí nuestra patrona obró el milagro de su bendita intercesión, y es que, gozosa fue la "casualidad" de que la abuela del escultor se llamase, como no, Araceli.
Al saber esto el escultor, no solo cedió la imagen, sino que rebajó el precio. Parecía que la Dolorosa de Lastrucci estuviese desde un principio predestinada a acompañar a su hijo crucificado por las calles de Lucena. La imagen fue bendecida el 1 de marzo de 1959 entre la asistencia de numerosos fieles.
Es especialmente emotivo el hecho de que la primera vestidura fuese confeccionada por carmen Castillo, anciana de cabellos cárdenos, modista de profesión, mujer piadosa, devotísima de la Virgen, domiciliada en una humilde vivienda de la calle Huertas, nº1. A pesar del enorme trabajo por tener que confeccionar a mano manto, salla, manguitos... todo a mano; para ella fue un honor, una gracia especial que le concedió la Señora-según sus palabras- y efectivamente fue su ultimo trabajo realizado en vida, hasta que el Padre eterno la llamara.
Fue intervenida en la década de los 90 debido a su estado de conservación, por el imaginero Luis Álvarez Duarte, quien sin duda, supo dejar su impronta en nuestra titular, amén de dotarla de la tez morena, y serrana que la caracteriza.
Fue intervenida en la década de los 90 debido a su estado de conservación, por el imaginero Luis Álvarez Duarte, quien sin duda, supo dejar su impronta en nuestra titular, amén de dotarla de la tez morena, y serrana que la caracteriza.
En 2009 se celebró el cincuentenario bendicional con un septenario predicado por diversos sacerdotes de toda la diocesis de Córdoba, un ciclo de conferencias con el lema 'Por la defensa de la familia y de la vida' y el estreno de una nueva corona de estilo antequerano de plata sobre dorado y una salla bordada en tono beis.