En el albor
del periodo estival de 1924, en el contexto de un auge del movimiento cofrade,
veía la luz en la ciudad de Lucena la Cofradía del Santísimo Cristo de la
Sangre y María Santísima del Mayor Dolor.
Esta
hermandad, aunque relativamente joven, se instituyó sentando sus cimientos en
torno a un Cristo cuya devoción se extiende no pocos siglos atrás, un Cristo
crucificado que tenía por advocación la Sangre, pese a haber recibido varias a
lo largo de los siglos.
El
Santísimos Cristo de la Sangre, antaño denominado de la Humildad y mucho tiempo
atrás aludido siempre como ‘Santo Cristo’, pues recibió culto como titular de
la Hermandad del Santo Cristo durante los primeros años del siglo XVII, arribó
a nuestra localidad, se cree, en torno a la última década del siglo XVI,
procedente del Nuevo Mundo, y hecho con materiales por aquel entonces exóticos:
modelado con pasta de médula de maíz.
Sus rasgos
severos y su imponente figura, retorcida, pendiendo sobre el madero, y unida a
ésta únicamente por tres clavos, debieron causar gran impacto en la población
de la época.
El Santísimo
Cristo recibía por aquel entonces culto en el templo de San Pedro Mártir, en
una capilla propia. Allí permaneció hasta que, en el año 1865, el templo fue
declarado en ruinas. Se piensa que fue la falta de lugar alternativo donde recibir
la visita de sus fieles lo que propició entonces su traslado al oratorio
privado de Doña Concepción Jiménez Cuenca, en la calle del Agua número 7.
Finalmente fue trasladado al templo del convento de los dominicos, consagrado a
San Francisco de Paula; templo que posteriormente se erigiría como parroquia de
Santo Domingo de Guzmán, y allí permanece hasta nuestros días. Es destacable el
hecho de que entre 1897 y 1907 realizara Estación de Penitencia en el Sacro
cortejo del Jueves Santo por la tarde bajo las insignias de la Archicofradía de
la Paz.
La gran
devoción sentida por esta bendita imagen llevó a que en 1922; antes incluso de
que se planteara la fundación de la Cofradía, se le consagrara culto en solemne
quinario. Fue el 25 de julio de 1924 cuando esta Hermandad brotó, fruto, en
buena parte, del entusiasmo de un grupo de amigos pertenecientes al círculo
mercantil. El primer acto oficial de la Cofradía fue un miserere solemne,
oficiado por la capilla de música de la ciudad. La Semana Santa del año
siguiente se le consagró un solemne quinario que comenzó el Viernes de Dolores.
El Jueves
Santo de ese mismo año, día del amor fraterno, y de acuerdo con las sagradas
reglas que habían de regir la Hermandad, los miembros de ésta prepararon y
sirvieron la comida a doce personas necesitadas. El número de personas acogidas
en este almuerzo de Jueves Santo aumentaría de forma exponencial con los años;
siendo los miembros de la Hermandad los que hacían las veces de camareros y
ayudantes de cocina, no faltando en ésta los cocineros, que solían ser amigos
que se ofrecían voluntarios.
El Cristo de
la Sangre empezó a hacer estación de penitencia en un trono espléndido que fue
comprado a la Archicofradia malacitana del Stmo Cristo de la Sangre. Son muchos
los testimonios de cómo llegó el trono a Lucena - "Pesaba tanto-refiere
Carmen Pérez de Espada- que su padre, Hermano Mayor de la Cofradía, había
regresado con la camisa ensangrentada y adherida a la piel, al extremo de tener
la esposa que cortarle el tejido dejando un trozo pegado a la herida.
El trono fue
completamente reformado, y acortado, quedando su aspecto aún más impresionante.
El Santísimo
Cristo de la Sangre comenzó haciendo Estación de Penitencia como un paso de misterio
con la actual Mª Stma de la Amargura (Que actualmente realiza estación de
penitencia el Miércoles Santo con la cofradía de Ntro. Padre Jesus del Valle) y
Mª Magdalena (actual Santa fe, que realiza estación de penitencia el Jueves
Santo, precediendo a todas las escenas pasionistas del Sacro Cortejo).
No sería
hasta el año 1959 cuando la imagen de Mª Stma. del Mayor Dolor llega a Lucena,
de manos del insigne imaginero Sevillano D. Antonio Castillo Lastrucci, pasando
primeramente a procesionar en el mismo trono que el Stmo Cristo de la Sangre.
Unos años después
pasaría a procesionar con su propio paso: un precioso trono de palio color
burdeos con bordados dorados. A finales de los 80 comenzó una etapa de gran
esplendor en la cofradía; hasta finales de los 90, el cortejo nazareno era tan
numeroso, que se realizaba Estación de Penitencia con dos cortejos
completamente distintos: alumbrando el camino del Santísimo Cristo de la Sangre
iban nazarenos con capirote cordón y botonera morados, túnica y capa blanca;
bajo la mirada de María Santísima del Mayor Dolor, un cortejo de nazarenos
vestía misma túnica y capa que los del Cristo, con capirote cordón y botonera burdeos.
Era impresionante ver los dos inmensos cortejos de nazarenos que realizaban penitencia
con la cofradía.
Con el paso
de los años y la aparición de nuevas cofradías, disminuyó el número de hermanos
de las cofradías tradicionales. Esto explica que en la actualidad solo se haga
estación de penitencia con antifaz y botonera morados, y actualmente Mª Stma.
del Mayor Dolor salga acompañada principalmente por mujeres con traje de
mantilla.
La cofradía
poseía una antigua casa hermandad un sótano en los maristas. Actualmente la
casa hermandad está sita en C/Cabrillana; fue bendecida en el año 2006 por D.
Juan José Asenjo Peregrina, obispo de Córdoba.
El Cristo posee la marcha "Por las calles de Lucena" obra de D. Fernando Chicano Muñoz y "Santísimo Cristo de la Sangre" de D. Primitivo Buendía y la Virgen posee la marcha "Mayor Dolor" obra del mismo autor.